lunes, 23 de febrero de 2009

Sin libro en el autobús.

Para que la espera entre capitulo y capitulo sea más llevadera os dejo otra reflexión. Normalmente cuando voy en el autobús voy leyendo, es más, me encanta el autobús solo porque es lo suficientemente relajado y cómodo para leer. Entre libro y libro tuve un par de días algo pensativos. Aprovecho para recomendaros mi última lectura La ladrona de libros.
Es la historia de una niña alemana que vivió durante la Alemania nazi narrada por la muerte (no es más macabro que la vida misma). No es una novela de grandes misterios ya que en muchos casos el autor nos devela los hechos antes de que ocurran pero consigue inmejorablemente trasladarte a esa Alemania nazi y llenarte de todas las sensaciones que acucian a Liesel, la pequeña protagonista.
Mi actual libro es La elegancia del erizo por ahora una historia basada en dos mujeres, una niña superdotada y una mujer portera.

ESTACIONES
Puedo asegurar que hasta hace muy poco si me preguntaran ¿Cuál es tu estación del año favorita?, hubiera respondido sin dudar: La Primavera. Es preciosa esa explosión de vida y color y mucho más si no tienes alergia claro.
La primavera es exuberante, llena de verde, haya donde pongas los ojos verás algo verde, verás color, cientos de colores que deslumbran tus retinas y saturan a tu cerebro con miles de tonos que no sabrás nombrar. Todo color, todo vida.
Una mariposa jugando con el aire, un conejo saltando, un renacuajo creciendo, los brotes convirtiéndose en bellas flores, un pájaro planeando por el interminable cielo, una hormiga correteando por tu pierna,… que de sensaciones. Eso es la primavera, una estación rebosante de luz, una estación de rapidez.
Pero no puedo decir que es la estación más maravillosa, porque mentiría. No puedo decir tal cosa si soy fiel a lo que veo a través de la ventana. El esplendor del invierno.
Las finas ramas de los arboles de hoja caduca que rasgando el mismísimo cielo dan forma a las más bellas y sorprendentes esculturas. Los arboles de hoja perenne tan asombrosos como persistentes. Todos ellos tan tiernamente cubiertos por una finísima capa de rocío a estas horas convertido ya en dura escarcha, debido al frio, ese frio penetrante que te corta la piel, que te hace respirar, ese frio que reanima, que despierta hasta la última célula de tu cuerpo con solo tomar una bocanada de aire.
Es todo ello tan sobrecogedor, es tan irreal que debajo de tanta belleza, aparentemente carente de vida, exista un latido continuo proveniente de un corazón tan gigante como la tierra misma constituido por un infinito número de vidas que esperan su turno para mostrarse.
Definitivamente no puedo elegir estación porque todas ellas son espectaculares y hermosas en sí mismas. Son ellas las que, sin ningún reparo, nos ofrecen todo lo que tienen sin pedir nada a cambio.

3 comentarios:

  1. Hola. En contestacion de tu comentario en mi blog, Dani esta los findes en Sevilla la nueva, pero el resto de la semana esta en Madrid centro.
    Asi que es casi paisano.
    Un saludete

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  2. saludoss , muy buena reflexion ya soy seguidor de tu blog , espero que tu del mío igual . mi msn es albo-@live.cl por si quieres agregarme sería un honor para mí

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  3. woww!! me dejas sin palabas la verdad

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